dibujosmagnéticos

Es como si los sueños se fuesen a cumplir, y como si mi sueño que es tener un sitio, un lugar mío ­donde poder escribir, y aunque la primera parte del sueño no se cumple, la segunda si y escribo. Escribo en la casa de mis padres, en el silencio de la noche y después de intentar estudiar toda una tarde, sin haber pa­sado de mirar las hojas del libro y sin haber encontra­do nada interesante en dicho libro.

Mis sueños unen en mi cabeza, junto a la depresión esa esperanza a la que se aferra el sujeto que ya no tiene esperanzas. Sueño ahora no con esa libertad; con la cual soñamos todos, esa libertad que se escribe con mayúsculas y la cual nunca sabemos definir a ciencia cierta; sino con esa otra clase de libertad económica y material para poder irme de casa, vivir como quiera sin preocuparme del dinero y sin preocuparme del di­nero y preocuparme de hacer otra cosa que no sea el es­cribir. Sueño también en tener amigos con los que compartir la alegría, pero también la tristeza, el odio y las esperanzas que surgirían de cumplirse mi otro sueño. Sueño además con el silencio de la casa y con el silencio de una noche plagada de estrellas, mirada por la vista clara de alguien que es feliz y sueño por último en volar, en volar hacia las cumbres más altas, donde la montaña se haga interminable y donde el mar no tenga horizonte.

37 – 20 22/LCC MIELGOS Colección El cuerpo humano

Pero, cuando sueño de pronto, vuelven a mí las verdades de mi vida y veo sólo una casa que no es mía, unos estudios que hago por terminar y que no me intere­san y, veo además las exigencias de unos padres que ­quieren que su hija vuelva pronto a casa, veo la tristeza de esta ciudad inmensa donde nadie importa para el otro. Veo también que mis sueños no se pueden realizar sin dinero, y este no lo tengo. Pero aunque todo este muy negro, veo amigos que me comprenden y sienten, aun­que no como yo, algo parecido y desean salir de su monotonía para empezar algo que valga la pena vivirlo.

35 – 20 22/LCC OCTAVILLAS Colección Oficina

Cuando estés triste no vuelvas la cabeza y sigue adelante, supera la tristeza ponte alegre y sueña que el mundo es de los hombres, que nuestro mundo es un hecho de libertad, sueña y no pienses en la realidad, sueña por un momento y la tristeza se olvidará, sueña que eres un amigo del mundo y que has de arreglarlo, ­sueña que destruyes la hipocresía, la tristeza, el li­bertinaje y serás feliz, tan feliz en esos instantes que olvidaras tu tristeza. En esos momentos, yo te digo ­sueña con las personas más queridas y sueña con las personas más amadas, y sueña que tienes ante tú la libertad de poder vivir, no pienses que el hombre es un ser impotente, el hombre es aquella persona que piensa y vive por los demás, ese es el hombre, el verdadero hombre.

36 – 20 22/LCC MI JOYERO Colección Cosas de casa

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